17 nov 2011

Que Me Odies

Haré que me odies como a nadie en esta vida
seré de lo peor, una escoria repulsiva.
Nunca más me querrás al alcance de tu vista
seré la persona más aborrecida.
No querrás siquiera dirigirme una mirada,
inclusive mi amistad te parecerá insensata.
Odiarás todo con lo que me relacionabas
y entre nosotros no quedará nada.
Voy a ignorar tus palabras vacías
y me olvidaré del recuento de tu vida.
Me despojaré de todos los recuerdos
y haré que tú también te olvides de ellos.
Destruiré todo lo que nos unía,
es mi decisión, es mi única salida.
Lo que prometiste será como cenizas
que en el aire flotarán totalmente a la deriva
y aunque me iré, no esperes mi partida
pues diré que mis palabras sólo fueron mentiras.
Conseguiré tu odio, el mayor desprecio,
será mi obsesión, me convertiré en necio,
nada de mí debe estar en tu mente,
verás cómo mi rostro en tus memorias perece.
El fuego de la ira me consumirá
y de nuestros momentos nada recordarás.
Perderá significado incluso el sentimiento
que un día te profesé y que pronto estará muerto.
Quiero que me odies, voy a conseguirlo,
es la única manera de acabar con mi suplicio,
porque al odiarme yo querré hacer lo mismo
a pesar de que hoy aún sueño contigo.
Mi alma no me permite deshacerme de ti,
antes de ello a mi vida pondría fin.
Es por ello que deseo que me odies para siempre,
intentaré alejarnos, la cercanía me hiere,
así no habrá nada que nos tenga unidos.
solamente el rencor y el deseo de maldecirnos.
Haré que me odies, hoy es todo lo que quiero,
es la única forma de control que encuentro
porque mi corazón herido lo tengo
y en el desamor ya estoy entendiendo
que venganza buscaré sin importar el medio
y sólo con tu odio evitaré hacerlo.

Kaiser – 26/7/09

2 comentarios:

Diego Arenas dijo...

Hacerse odiar es más difícil de lo que parece.


Saludos,
@Triego

Luis dijo...

Saludos tardíos @Triego!
Es difícil, especialmente porque no estamos preparados para ello, solemos "regresar" el sentimiento, pero no somos capaces cuando antes del odio hubo algo que consideramos bello, como el amor.